Fue en la segunda mitad de 2009 cuando aparecieron los primeros rumores de que pronto saldría la primera pieza de hardware firmada por Google: el Google Phone. La web corporativa de Google y su departamento de comunicación permanecieron callados durante un par de meses, mientras miles de bloggers hicieron eco de la supesta noticia y pusieron en marcha el desarrollo del concepto de lo que podría ser o esperaban que fuera un móvil Google. Y cuando en la primera semana de enero 2010 dicho producto se estrenó, averiguamos y con bastante satisfacción que no nos habíamos engañado y que el nuevo Nexus One, el Google Phone, representaba lo que para el mundo significaba
.
Para los que empezamos con el uso diario de internet sobre el año 95, para los que no vivimos la era de Yahoo o no conocimos el Altavista Google significó la puerta al mundo de la información. Y en la Web 2.0 la marca llega a ser emblemática. Porque creo que por difícil que resulte a veces explicar lo que significa 2.0, yo me atrevería a decir que pasamos a formar parte de él el día que cambiamos la página de inicio de nuestro navegador, la de nuestro correo electrónico, por la de Google Search. Y allí está: la imagen de Google llega a significar Web, acceso, rapidez, eficacia. La empresa que está detrás de todo esto ha sido hasta 1999 casi imperceptible. El usuario percibía todo como una herramienta versátil, cómoda, amable, flexible y moderna, fácil de manejar puesta a su servicio como un regalo, la manera de llegar de cualquier “aquí” a donde quieras. Como si la web confluyera en Google.
De ahí que creo yo que no debería habernos sorprendido el traslado a la plataforma móvil porque es simplemente un paso más allá siguiendo los mismos principios: acceso libre y bien gestionado a cualquier contenido disponible en la red. Ya no podemos limitarnos al ordenador o contar sólo con las áreas de asceso WiFi. Tiene que ser un móvil por no existir por ahora otro dispositivo de uso tan amplio a nivel mundial. Y este móvil tiene que disponer de todas las herramientas adecuadas no sólo para el consumo de contenidos sino para la creación de estos, y que nos permita además participar en el desarrollo del propio sistema con el fin de adaptarse al máximo al usuario, llegando a cobrar vida propia y ser dinámico como promete la marca. Efectivamente el software del nuevo 
es de código abierto. Es versátil y compatible con las aplicaciones ya existentes de la plataforma Android. Es 
. Y si en algo falla pues: por ahora no es gratuito.
Resulta interesante, sin embargo, razonar sobre ¿por qué esto es Google y no otro? ¿Por qué no se desarrollo junto al iPhone, al BlackBerry o al Samsung que ofrecen plataformas similares? ¿Por qué Google se identifica más con un HTC y no con otro?
Sin duda, el que nos ha ofrecido hasta ahora el aspecto más futurista ha sido el 
. Google ha apostado por la contínua innovación y por la mejora constante pero el iPhone representa también otros valores: las cosas “i” son diseñadas para ser bellas y, sabemos, ¡caras! Lo “i” más bien designa una clase de usuario y a lo que aspira es adaptarse al usuario y llegar a servir a todos.
El
tiene el propósito de recoger en sí las herramientas de nuestra oficina para que las llevemos a todos lados, puede gestionar contenidos pero no es lúdica, no es tan dinámica y es cerrada. El BlackBerry se asocia al momento del correo electrónico y no puede ser intervenida por el usuario y quiere ser libre y flexible.
Dentro del entorno 
se percibe la influencia del diseño Windows y no dispone de una plataforma de mantenimiento y actualización oficial como son iTunes para iPhone y 
para HTC lo que significa que el Samsung está cerrado para los desarrolladores independientes y parece bastante limitado por ahora.
ha consentido la aplicación de un sistema de código abierto y la negociación de descuentos significantes con los operadores móviles exclusivos. Conseguir el Nexus One de contrato en EEUU puede bajar hasta los 100$. Y he aquí una posible aproximación al porqué ha sido ésta la pieza que ha firmado con el sello de sus valores corporativos: un dispositivo para conectar con toda clase de contenidos, abierto, adaptable y accesible para el ámplio público a medida de lo posible, por ahora en EEUU y próximamente en el resto del mundo.
