Recopilo un artículo publicado en PSDCreativo.com por JosHeron:
El diseño como profesión es mucho más que un simple trabajo, como he dicho varias veces es un estilo de vida, donde una vez que entiendes la importancia y su relevancia al mundo que nos rodea, entiendes el significado de cada mensaje que se plasma alrededor de un diseño, empiezas a ver las cosas de manera diferente.
Empiezas a ver el diseño del vaso de refresco en el restaurante de comida rápida, y descifras en tu mente todo el proceso de creación del arte final, sabes si se hizo en Photoshop o en Ilustrador, miras si la tipografía tiene sentido y unidad con la pieza en total, miras los colores, interpretas los tonos como mensajes escondidos que susurran ideas, sientes el material en el que está hecho capaz de soportar la tinta y mantener el líquido en su interior sin ningún problema… todo eso es unos segundos… ¿Sabes de lo que hablo no? Claro que lo sabes, el diseño está en tus venas.
Desde que empiezas con Photoshop a una edad temprana, te das cuenta que eso es lo que quieres, quieres que la gente vea lo que haces, quieres sobresalir, quieres ser el mejor, quieres tener el último Mac disponible, los mejores PANTONE, tu propio estudio para trabajar por tu cuenta. Todo es genial hasta que te topas con la realidad.
El diseño es una de las profesiones que más genera satisfacción personal… pero difícilmente te va a hacer rico. Es curioso que al ser probablemente inspirada en el arte, el diseño presente uno de las mayores inconvenientes de la primera: no es necesariamente rentable.
Y no quiero hablar sobre una carrera de diseño como tal en una universidad, sino sobre lo que pasa cuando ya sales. Terminas las carrera, ten dan tu título que te acredita como profesional y ya estás listo para enfrentar el mundo laboral. Puedes empezar como freelance o trabajar para alguna empresa. Te sientas frente a tu ordenador tu primer día de trabajo, empiezas tu primer diseño como profesional y luego de un arduo trabajo terminas y lo entregas. Te pagan por él o es sólo parte de tu salario…
¿Y luego qué?
Sigues haciendo lo mismo una y otra vez con diferentes clientes. Si eres un freelance, es más difícil porque siempre habrá alguien que haga tu trabajo más barato que tú. Y lo mejor es que muchas veces esa persona nunca pasó por una universidad como tu, no hizo tesis o pruebas de grado, y sólo porque sabe usar Photoshop ya es un “diseñador”.
Pero esto no es lo más grave. ¿Te acuerdas de aquél primer diseño que vendiste? ¿Sabes donde está ahora? Exacto, produciéndole dinero a tu cliente, cada vez que un empaque con tu diseño se vende, que cada entrada que creaste al concierto es adquirida, cada vez que el afiche es visto y genera una visita a la tienda, cada vez el diseño genera pero no para quien lo hizo sino para quién lo adquirió. ¿Curioso no?
Ves ese logo en la calle y dices: ¡Hey yo lo hice! Y te sientes orgulloso pero ves tu bolsillo y sigue igual. Pero esto no siempre tiene por que ser así.
El problema radica también, que, y como me enseñó un profesor de la universidad, el diseño por lo menos en mi país no es una profesión federada como la de medicina, la de derecho, la de ingeniería. Las Escuelas Federadas le permiten a los profesionales regular los precios de su servicios de un mínimo y un máximo, lo que garantiza una buena competencia y elimina a los no profesionales que quieran cobrar sumas muy superiores a lo que les corresponde. por lo que también, si en tu país no hay una escuela federada empieza a hacer conciencia con tus colegas. Pero mientras que lo aprueban o se vuelve una realidad, ¿qué podemos hacer? Conozco a alguien que supo que hacer.
El primer diseñador inteligente (realmente lo era) fue Frank Mason Robinson, cuando en 1885 hizo este logo:
Ahora, ¿crees que fue el primer diseñador inteligente por haber esto este logotipo? De hecho no, lo que lo hizo el pionero fue lo que muchos de nosotros no nos atrevemos a hacer bien: Cobrar. Pero no cobrar así como nada, cobrar inteligentemente. En lugar de cobrar una cantidad de dinero (aunque era elevada) decidió hacer algo totalmente visionario: cobrar 0.0025 centavos de dólar por cada Coca Cola que se vendiese… ¿Sabes en cuántos países se vende Coca Cola hoy? Más de 200… ¿Sabes cuantas Coca Colas se venden todos los días? Millones… ¿Sabes cuántas generaciones de la familia Mason han vivido de esos 0.0025 centavos por cada Coca Cola? Cinco.
¿Sabes cuánto dinero tendrías por cada vez que ese empaque con tu logo se venda? ¿Sabes cuánto dinero ganarías por cada vez que tu anuncio sea expuesto? Es por eso que no hay diseñadores millonarios, porque nuestro derecho de autor patrimonial vale una cantidad de dinero fija. Algo que no pasa en el mundo de la música, de la literatura o del cine.
Esa es nuestra realidad, eso es lo que somos, y hasta que no cambiemos nuestra mentalidad de “prostitutos” gráficos viendo que cliente nos sale, arañando proyectos para sacar algo de ganacia seguiremos comiendo de las migajas de otros. Mientras no sepamos leer bien cual cliente nos conviene, cual es rentable y cuál es el verdadero precio de nuestra creatividad, así permanecerá.
Y entonces… ¿Cuánto me dijiste que valía tu talento? Déjame sacar el talonario…
Estoy totalmente de acuerdo con este artículo. Sólo se me ocurre quitarme el sombrero, asentir con la cabeza y lamentar que no tengamos un colegio oficial… Sólo podemos hacer eso… por ahora.
A difundir esta entrada por el mundo.
Hola Diego! la verdad es que los diseñadores vivimos en un panorama un poco desolador en ese sentido… sin nadie que regule nuestro trabajo, nunca sabremos que cobrar, más bien parece una guerra de a ver quien lo hace más barato, y entre eso y la poca cultura visual que tiene nuestra sociedad, llevará un gran esfuerzo hacer que la gente empiece a valorar nuestro trabajo…
Pero bueno, yo creo que es posible, y de hecho las futuras generaciones ya viven sumidas en una cultura visual mucho mayor que la que vivimos nosotros o nuestros padres y al final eso repercutirá positivamente en lo que hacemos.
Pero es muy importante no caer en el error de cobrar poco dinero y hacer «churros»… al final no consigues sacar lo bonito de nuestro trabajo… y es que podemos amar lo que hacemos y sentirnos orgullosos de nuestros resultados. Recordad que hay que cobrar lo que valemos y si hacemos todos lo mismo al final conseguiremos que nuestro caché ascienda a donde se merece :)
Un saludo!
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaamen!
Sigo de acuerdo en tu comentario. Sintonía diseñil podríamos decir. O lo que sea que hacemos que siga siendo nuestro, grande y digno. Los que entran por dinero salen por dinero. Los que lo hacemos porque es una filosofía de vida seguiremos ahí, al pie del cañón, sin hacernos ricos, quejándonos de la autonomía o sacando adelante agencias que se sostienen por ilusión y esfuerzo y no por clientes y dinero (aunque vivimos de ello, por desgarcia).
Yo siempre he pensado que la vida del diseñador/creativo es una forma de vivir la vida, con un estilo marcado, generalizado y que no es desconocido. Está de moda, es cool y mola tener un diseñador en tu vida… pero no nos valoran por múltiples razones que van más allá del instrusismo profesional. Sufrimos altibajos, decepciones y explosiones de ego. Lo que nunca recibimos es la estabilidad. Muchos se quedan por el camino. Otros seguimos intentándolo de todas las maneras posibles, a base de arroz blanco y latas de atún. Hacendado, of course.
Pues eso.
Saludos!!!!
Un articulo realmente muy interesante y he de decir que lo que dices es verdad. Además sumale eso a que en España la cultura en Diseño Gráfico por parte del cliente es pobre y es muy dificil convencerle el porque es de una forma u otra. Aquí en España lo que más hay es mentalidad del diseño como Diseño Industrial (carrera que acabó asqueandome y terminé abandonado por Publicidad).
Cierto es que como diseñador gráfico es mu dificil ganar mucho dinero (otra razón por la que me hago publicista). A ver cuando cambia la mentalidad de todos, tanto del cliente como del diseñador.
Saludos
yo voi empezando ya me arrepenti por que no estudie derecho